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Más de una década pasaría antes de que se pudieran continuar los experimentos agrícolas y "la cosecha de almas" del padre Kino en tierras californianas. No será sino hasta 1696 cuando el jesuita Juan Ma. Salvatierra reciba autorización del provincial de la orden, para establecer misiones en la California, con la condición de que los gastos no corrieran por parte de la Compañía de Jesús ni del virrey. En esa primera década del siglo XVIII se fundaron las misiones de Santa Rosalía Mulegé, San Juan Malibát y San José de Comondú. En 1720 se establece la misión de La Purísima Concepción Cadegomó, después de un retraso en su establecimiento debido a una temporada de desastrosos huracanes. misión de nuestra señora de loreto concho Fundada el 25 de octubre de 1697 por Juan María de Salvatierra, la de Loreto es la primera misión de las Californias. Para 1793 contaba con una iglesia y un cuadrángulo edificados de piedra. La iglesia sufrió graves daños en 1829 a consecuencia de un temporal y perdió su torre en un terremoto en 1877. Actualmente se encuentra reconstruída y alberga el Museo de las Misiones, donde se exponen objetos religiosos de los siglos XVI y XVII. Se considera a esta misión "La madre de todas las misiones de las Californias", como justo reconocimiento al misionero audaz y emprendedor, por eso se considera al Loreto de Salvatierra. misión de santa rosalía mulege Como todas las misiones, las primeras construcciones de Santa Rosalía de Mulegé desde agosto de 1705, fueron estructuras sencillas de adobe, pero en 1766 se inició la construcción de la iglesia de piedra que conocemos hoy en día. Su fundador fue el fraile Juan Manuel de Basaldúa. Piedra sobre piedra, inmutables..., más fortaleza que misión, los recuerdos vuelven a hacer verdad el paso de los misioneros por esta tierra a más de dos siglos que se marcharon. Su encomienda se cumplió y la población indígena de las Californias casi desaparece. Hoy la nostalgia nos enfrenta a la historia de esta península tan sola como sus desiertos. msisión de san ignacio de kadakaaman La misión de San Ignacio está localizada en medio de un hermoso oasis que vence al desierto. Tuvo sus orígenes en una humilde enramada. En 1728 Juan Bautista Luyando, edificó una amplia iglesia de adobe con techo de tule. En 1772, fray Francisco Palou informó que esta misión también contaba con edificios para los misioneros y los soldados. Hoy en día domina un costado de la plaza principal del poblado; los lugareños sabedores de la joya que poseen, conservan y defienden a la más elegantes de las misiones. campanarios de la misión de loreto Ocho campanas en espera del llamado, ocho campanas mudos testigos del tiempo y de la historia de esta tierra que se resquebraja con su sonar, con la huída del berrendo y del borrego cimarrón, así como antaño se resquebrajó bajo los pies de los misioneros. Torre renovada que nos habla del orgullo del bajacaliforniano por la poca historia que ha vivido en medio de las soledades de desierto y mar. misión de san francisco javier La sierra enmarca la belleza de la misión de San Javier, la segunda edificada en la California. Reune todas las características buscadas por los misioneros evangelizadores: una fuente donde proveerse de agua en los arroyos que corren por los cañones; ; indios a los cuales convertir al catolicismo sin importar su estatus y una fe inquebrantable por servir a su dios. Testigo del pasado, la misión se embeleza y con nostalgia se sienta en espera de los tiempos. el oasis de mulege El agua que emerge de la sequedad de la península bendice estos rincones, donde florecen las palmeras y los dátiles; venas de agua tan escasas pero signo inconfundible de vida sedentaria..., nos ofrecen la quietud de los pueblos que eternamente han sido pueblos tan pequeños que sólo pintan de azul y verde su geografía, en un entorno caliente y polvoroso. misión de nuestra señora del santisimo rosario de viñadaco Esta misión fue fundada por los dominicos en 1773, estaban recién desempacados en la península y habían recibido algunas misiones muy empobrecidas, pues a raiz de la expulsión de los jesuítas fueron saqueadas por la soldadesca. Los edificios construídos fueron de adobe con techos de carrizo y lodo. Este hecho explica el deterioro que han sufrido las ruinas a través de los años desde su abandono. Hoy en día sólo encontramos paredes altas que permiten imaginar la forma de la capilla. En una pared todavía se aprecia un arco y nicho gótico. misión de santo tomás de aquino Fundada el 24 de abril de 1791 por el vicario Juan Crisóstomo Gómez y por José Loriente, Santo Tomás de Aquino vino a ser la última de las misiones en ser abandonadas en 1849. Las secciones fragmentadas de paredes en pie de esta misión, localizada en un hermoso valle a 70 kilómetros al sur de Ensenada, nos dan testimonio de lo que fue un edificio que en 1850, después de la salida de los dominicos, fue usado como la Guarnición Militar de la Frontera. No vale la pena recordar a Santo Domingo, ni a El Rosario, San Vicente o Santo Tomás; basta con ver sus ruinas para saber que las raíces que echaron fueron superficiales. |